La ermita de La Corona está ubicada entre Las poblaciones de Cordiñanes y Caín. Un lugar sobrecogedor entre los emblemáticos peñascos de los Picos de Europa, a caballo entre los macizos occidental y central del Parque nacional.
En esta ermita tiene lugar la celebración festiva de la Virgen de La Corona. Su origen parece remontarse al año 1850, a consecuencia de la sequía que asoló esta zona. Pidiendo los lugareños la intercesión de su patrona para la llegada de las lluvias tan necesarias, en agradecimiento a la misma todos los años se celebra un novenario previo al ocho de septiembre.
Importante también es este lugar porque según cuenta la leyenda aquí fue proclamado Rey Don Pelayo, a quien se le atribuye con sus batallas en las montañas de Covadonga el punto de inflexión frente a la dominación musulmana de la península.