La Cueva Rosa se perfila como un fenómeno natural destacado en Asturias, marcado por su compleja formación kárstica sobre calizas del Carbonífero y su extensa red de galerías que supera los 3 km. Este enclave no solo es geológicamente significativo, sino que también es un refugio vital para varias especies de murciélagos, algunas de las cuales están catalogadas como sensibles o de interés especial en la región. Además, la cueva ha revelado ser un sitio clave para la arqueología, ofreciendo insights valiosos sobre el arte prehistórico cantábrico. Su protección y estudio aportan una comprensión más profunda de tanto la biodiversidad regional como el legado cultural humano.
