Asturias, ese mosaico de paisajes. Del mar al monte. Del bravío cantábrico a la trashumancia por los puertos de montaña. Esa línea que cruza de norte a sur y que compone la ruta vaqueira.
La ruta de la trashumancia desde los pueblos costeros de los concejos de Valdés y Cudillero hacia tierras somedanas, por las poblaciones de Allande, Salas y Tineo, también llamada como ruta vaqueira o ruta de los vaqueiros de alzada, trazaba el traslado del ganado por el mes de mayo hacia los pastos de los puertos en las zonas altas, para traerlos de regreso con la llegada del frío.
Este sentir nómada da lugar a unas costumbres, a una forma peculiar de vida. Se trata de pastores que andan por los montes, que viven en ellos y que conocen sus caminos. Muchas de esas sendas por las que hoy transitamos son la herencia de aquéllos que un día hicieron de ese pastoreo y trashumancia una forma peculiar de vivir.
En torno al vaqueiro se crea un áurea legendaria, una leyenda con sus luces y sus sombras. De ellos se decía que practicaban la brujería. Incluso se les negaba sepultura en zonas sacrosantas.
No es de extrañar que ese carácter independiente les hacía ser esquivos con las normas y usos de los pueblos. Su morada era el cielo raso y las cabañas o brañas que edificaban para pasar largas temporadas.
Cudillero en la ruta vaqueira
La villa pixueta. Colores y paisajes tiene Asturias. Cudillero, la tierra, se dice, de origen vikingo. Tiene un dialecto propio: el pìxueto. Hablado exclusivamente en esta villa. Pintoresco pueblo encajonado en el mar. De calles estrechas y empinadas. Lugar de paso del Camino de Santiago del norte, declarado Conjunto histórico artístico monumental. De parajes únicos como la Playa del Silencio, La Concha de Artedo o San Pedro de la Ribera y las singulares vistas desde Cabo Vidio.
Valdés. La villa blanca de la costa verde
Su capital es Luarca. Lugar emblemático en el noroccidente asturiano. Atractivo pueblo donde los haya. Comarca extensa de mar y montaña. En su devenir por la ruta vaqueira hay que destacar las Hoces del Esva o Los Llugarinos por la zona de Trevías.
Salas. La puerta del occidente
Limita al norte con Valdés y Cudillero, al sur con Belmonte de Miranda. Al oeste con Tineo. En su concejo destacan poblaciones como Cornellana, lugar de paso del Camino de Santiago del norte hacia La Espina. Su capital es Salas. Esta villa medieval atesora innumerables monumentos y edificaciones, como los restos de la fortaleza que la rodea o la Colegiata de Santa María la Mayor del siglo XIV, La Torre y su palacio del siglo XVI.
Tineo. Santo y seña de la ganadería asturiana
Se trata del segundo concejo más grande de Asturias. La villa de Tineo es la capital del concejo. Declarada Conjunto histórico. Por sus calles pasa el Camino de Santiago primitivo dirección a Pola de Allande. Tiene un Museo vaqueiro en Naraval. Tuña y Navelgas han sido declarados pueblos ejemplares. Rutas emblemáticas de esta comarca de la ruta vaqueira son el nacimiento del río Navelgas, la ruta a la Casa del Puerto, Sierra de Tineo, Braña de Cadavales. Un sinfín de propuestas montañeras y eventos para disfrutar de esta comarca.
Somiedo. Destino final de la ruta vaqueira
Estamos ante el Parque Natural de Somiedo. Lugar de exultantes cumbres, de brañas de pastores, de lagos como los de Saliencia o el del Valle. Declarada por la UNESCO como reserva de la Biosfera. Hábitat del oso, lobos, ciervos, tejones, rebecos, urogallos,… Está formado por cuatro valles: Saliencia, el Lago, Somiedo y Pigüeña.