El mirador de Ordiales está unido a la figura de Don Pedro Pidal y Bernaldo de Quirós. Aquí se encuentran los restos de este ilustre defensor del Parque Nacional de las Montañas de Covadonga, lo que hoy conocemos como el Parque Nacional de los Picos de Europa.
Un epitafio labrado en la propia roca nos abre los ojos de la belleza de este paraje en uno de los miradores más impresionantes de los Picos de Europa.
Dice así:
“Enamorado del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, en él desearíamos vivir, morir y reposar eternamente pero, esto último en Ordiales, en el reino encantado de los rebecos y las águilas, allí donde conocí la felicidad de los Cielos y de la Tierra, allí donde pasé horas de admiración, emoción ensueño y transporte inolvidables, allí donde adoré a Dios en sus obras de Supremo Artífice, allí donde la naturaleza se me apareció verdaderamente como un templo.”