La Luna es un astro que ha fascinado a la humanidad durante siglos. No sólo es el satélite más cercano a la Tierra, sino que también nos ofrece la oportunidad de orientarnos durante la noche. Si miramos al firmamento en una noche despejada, podemos ver a la Luna y, a partir de su posición, podemos determinar aproximadamente el punto cardinal en el que nos encontramos.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la posición de la Luna no es tan predecible como la del Sol. Mientras que el Sol sale por el Este y se pone por el Oeste todos los días, la Luna sólo sigue este patrón cuando se encuentra en la fase de luna llena. En otras fases, la Luna sigue un patrón diferente y es visible sólo durante ciertas partes de la noche.
Luna llena
Por ejemplo, durante la fase de luna llena, la Luna sale por el Este a las 18:00 horas (hora solar), alcanza el cénit por el Sur a las 00:00 horas (hora solar) y se pone por el Oeste a las 06:00 horas (hora solar). Esto significa que durante la fase de luna llena, la Luna es visible durante toda la noche.
Cuarto menguante
En cambio, durante la fase de cuarto menguante, la Luna sólo es visible durante la segunda mitad de la noche. Sale por el Este a las 00:00 horas (hora solar) y se esconde por el Sur a las 06:00 horas (hora solar).
Luna nueva
La Luna nueva es muy difícil de observar en el cielo, por lo que en esta fase no podremos orientarnos utilizando la Luna como guía.
Cuarto creciente
Por último, durante la fase de cuarto creciente, la Luna sale por el Sur a las 18:00 horas (hora solar) y se esconde por el Oeste a las 00:00 horas (hora solar). En esta fase, la Luna no es visible durante la última parte de la noche.
Es importante tener en cuenta que estos patrones se aplican tanto al Hemisferio Norte como al Hemisferio Sur. Sin embargo, en el Hemisferio Norte debemos mirar hacia el Sur para ver la Luna, mientras que en el Hemisferio Sur debemos mirar hacia el Norte.
En resumen, la Luna nos ofrece la oportunidad de orientarnos durante la noche, siempre y cuando conozcamos su fase y su posición en el cielo. Con un poco de práctica, podremos utilizar la Luna como guía nocturna para conocer nuestra ubicación y orientarnos en cualquier parte del mundo.
Además siempre deberemos tener a mano nuestra brújula que nos servirá de apoyo junto con un mapa.
