Sandra siempre había sido una apasionada de la historia y el arte, así que cuando se enteró de la existencia del pueblo medieval de Bandujo, no pudo resistir la tentación de visitarlo. Después de hacer una pequeña investigación, descubrió que se encontraba en uno de los valles asturianos más visitados por su potencial turístico. Se encontraba escondido entre los montes de la cordillera cantábrica.
Sandra llegó al pueblo por la mañana, cuando el sol aún no había llegado a su cenit. Desde lejos, pudo ver la imponente torre medieval que se erguía sobre un outeiro en el barrio de El Palaciu.
Se acercó a ella y, tras subir unos cuantos escalones, llegó a la base, desde donde pudo disfrutar de una vista impresionante del valle. Desde allí, pudo ver los diferentes barrios que conformaban el pueblo: La Molina, Entelailesia, El Rial, El Toral y El Campal.
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Decidió entonces descubrir Bandujo a pie y, mientras caminaba por sus estrechas calles, se topó con algunos de los detalles que le habían llamado la atención durante su investigación: los hórreos y las paneras. Los hórreos y paneras eran unas estructuras de madera y piedra que se usaban para almacenar el grano y otros alimentos. Sandra se quedó fascinada con la arquitectura de estos edificios, que reflejaban la forma de vida de la gente del lugar.
Descubre la aldea medieval de Bandujo en Asturias
Mientras seguía paseando, llegó a una zona del pueblo donde se encontraban algunas de las casas más antiguas de Bandujo. Allí, pudo ver a algunos de los apenas 50 vecinos que aún vivían en el pueblo. Éstos trabajaban en la hierba, la leña, el ganado y la caza. Sandra se quedó impresionada por la tranquilidad y la calma que reinaban en el lugar. Muy distinta de la vida agitada que llevaba en la ciudad.
A medida que el sol iba subiendo en el cielo, decidió volver al centro del pueblo para descansar un poco. Se sentó en un banco y, mientras contemplaba el paisaje, se dio cuenta de lo afortunada que era por poder disfrutar de un lugar tan especial y auténtico. A partir de ese momento supo que volvería a Bandujo en cuanto tuviera la oportunidad.